Tabla de Contenidos
ToggleLa raza humana a evolucionado en base a prejuicios o preconceptos. Ejemplos como observar un león y buscar automáticamente refugio, nos han permitido llegar hasta dónde hoy nos encontramos. Pero “las segundas partes nunca fueron buenas”, ¿será un prejuicio que se materialice con Terra 2.0?
Este tipo de pre-conceptos, nos permiten reaccionar con velocidad frente a nuevas situaciones, respondiendo en base a analogías. Ahora estamos frente a un nuevo escenario, el ecosistema blockchain, y de todas maneras nuestros hábitos milenarios continúan acompañándonos.
En este artículo analizo de que se trata Terra 2.0, la nueva cadena de bloques que revivió a la moneda LUNA, mientras intenta renacer de las cenizas de su experiencia predecesora.
Terra 2.0 es una nueva blockchain, bautizada en su versión inicial como “Phoenix-1”, creada por aquellos integrantes de Terra Form Labs y demás colaboradores del proyecto, hoy conocido como Terra Classic, que han decidido continuar colaborando con Do Kwon, fundador del fallido experimento de la stablecoin algorítimica descentralizada UST y la moneda volátil que le daba vida, LUNA.
Resulta evidente, que tras un suceso de la magnitud del que hemos sido testigos unas semanas atrás, me refiero a la caída y cuasi desaparición de la red de Terra, circulen una infinidad de rumores al respecto. Las voces en cripto-Twitter se alzan, tanto a favor como en contra de las caras visibles detrás de ambas blockchains.
De todos modos, dejando de lado suspicacias y acusaciones, podemos extraer, en base a las declaraciones vertidas en la red que contiene la mayor actividad del ecosistema cripto, las siguientes conclusiones:
Terra 2.0, se encuentra operativa desde el 28 de mayo de 2022, apenas unos 13 días después de la caída definitiva de su predecesora. Es momento de dejar de lado aquellas especulaciones que, probablemente jamás podremos resolver, y pasar al análisis de esta nueva blockchain.
Cuando los cripto-usuarios se sientan frente a sus computadoras para analizar un nuevo proyecto, podemos decir que pueden encontrarse con dos caracterísiticas:
Con respecto al primer punto, Terra 2.0 poseé unas cuantas similitudes con redes de Proof of Stake, aunque las compartidas con Terra Classic se cuentan apenas con los dedos de una mano. En cuanto al segundo aspecto, es un trabajo desafiante, al menos a la fecha, encontrar algún tipo de innovación en esta nueva propuesta.
Terra 2.0 es una blockchain que se encuentra montada sobre el ecosistema Cosmos, creada a través de su solución conocido como Tendermint. Se trata de una red que alcanza su consenso por medio del método de Proof of Stake, en el cuál los validadores, con el objetivo de crear y firmar bloques deben depositar como garantía la moneda nativa de la red, llamada LUNA, a fin de obtener una recompensa, que será materializada en forma de LUNA.
Como contraparte, aquellos usuarios que deseen participar de la red y contribuir a robustecer la seguridad del ecosistema, podrán delegar sus LUNA con los validadores de la red y recibir una recompensa, que a día de hoy ronda el 14% anual. En caso de querer retirar sus LUNA, deberán aguardar un período de 21 días para contar con las mismas en su billetera.
Desde el punto de vista estructural y de funcionamiento de Terra 2.0, hemos cubierto todas las similitudes con la antigua red. Corresponde ahora, realizar un pequeño apartado sobre las aplicaciones que decidieron continuar apoyando este proyecto.
Luego de la catástrofe enfrentada por el ecosistema de Terra, los «builders» involucrados en el desarrollo de las aplicaciones que se encontraban funcionando en esta red, enfrentan la compleja decisión de decidir sus próximos pasos.
Las respuestas por parte de estos equipos, no fueron unívocas. Ciertos proyectos, se sintieron completamente desamparados por Terra Form Labs y decidieron, sin premura, emigrar a ecosistemas que se encontrarán dispuestos a recibirlos. Juno, Osmosis, Avalanche y Polygon, se encuentran entre las opciones más mencionadas.
Sin embargo, no todos los protocolos de la ex-Terra tomaron la misma resolución. Podemos listar, entre otros, los siguientes proyectos que continuarán su desarrollo en esta blockchain, creada en tiempo récord:
Distintos protocolos podrán desplegarse sobre una red, que al igual que la anterior, en la que no hace falta solicitar permiso para lanzar su propio proyecto. Hasta el momento apenas algunas aplicaciones funcionan, sin contar con grandes movimientos.
Anteriormente, enumeré las similitudes de esta nueva blockchain con su predecesora. Podrás preguntarte, ¿dónde está el apartado de las diferencias? Bueno, aquí está. El funcionamiento de Terra 2.0 es una oda a las diferencias, si lo comparamos con Terra Classic.
Analicemos por partes como se organiza esta nueva blockchain y comprendamos el porqué de sus diferencias.
La primera gran diferencia que notamos es el método por el cuál vio la luz LUNA, la moneda nativa de Terra 2.0. Es buen momento para aclarar, que al renombrar a la red anterior como Terra Classic la antigua LUNA pasó a llamarse LUNC y UST, ahora se identifica como USTC. En ambos “tickers”, la “C” viene a representar la palabra “Classic”.
Como una especie de método de compensación a los afectados por la debacle de Terra, el nuevo token de LUNA fue distribuido como un airdrop. Más allá de la compensación, resulta evidente que lanzar la moneda en el modo tradicional de ICO, podría haber resultado en un nuevo fracaso.
Los parámetros para la distribución fueron los siguientes:
Encontramos aquí otra similitud con la red anterior, la existencia de la “community pool”. Se trata de un fondo que se compone de LUNA, cuyo objetivo es financiar desarrollos en la red. Será desde esta “pool” desde dónde se brindarán recursos a quienes deseen construir en la red.
Las fechas tenidas en cuenta, para contabilizar las tenencias de los usuarios fueron las siguientes:
Ahora, estas nuevas LUNA, no se encontraron disponibles en su totalidad desde el primer día, si no que se encuentran sujetas a un período de vesting, lo que muchos describieron como un “hold forzoso”. Veamos de qué se trata.
Más allá de la velocidad con la que se desarrolló Terra 2.0, corriendo contra el reloj del descontento y el dolor de miles de usuarios desencantados, el lanzamiento de las nuevas LUNA debió contemplar varias aspectos.
Por un lado, se resolvió quienes serían los beneficiarios del mismo, mediante los criterios mencionados en el apartado anterior. Sin embargo, de recibir el 100% de los tokens, es probable una gran parte, me aventuraría a decir que la mayoría, de los “beneficiarios” hubieran vendido la totalidad para recuperar la mayor cantidad de liquidez posible.
Teniendo en cuenta esta situación, se estableció un período de vesting, por el cuál la mayor parte de las LUNA repartidas se encuentran bloqueadas. Repasemos los tiempos de espera que a cada categoría de usuario le tocaron en suerte:
No obstante lo bien o mal planeada que haya estado esta distribución, una duda que surgió de inmediato, nacida desde la desconfianza, fue ¿dónde quedarán alojadas las LUNA bloqueadas? Contestemos esta pregunta.
Es claro, que mientras se pensaba esta distribución y se trabajaba sobre la nueva blockchain, por detrás se desarrollaba una gran negociación entre el equipo detrás de esta creación y aquellos actores que hacen posible que una red funcione, los validadores.
Nuevamente, en tiempo récord, Terra Form Labs logró acordar el montaje de 130 validadores que brindaran seguridad y crearan bloques en Terra 2.0. Es aquí dónde reside la respuesta a la pregunta de ¿dónde están mis LUNA bloqueadas?
De forma aleatoria, cada LUNA bloqueada fue asignada a un validador de la red, con el objetivo de potenciar la descentralización de la blockchain en cuanto al poder de voto. Es por eso que, quienes hayan recibido el AirDrop, automáticamente y de modo forzado, comenzaron a recibir recompensas en forma de LUNA.
Es importante destacar los siguientes detalles:
Esta explicación, me lleva a plantear la pregunta que da lugar a la próxima sección…
Una de las mayores diferencias de la nueva red, se centra en este aspecto de su funcionamiento. Anteriormente, Terra se presentaba como una red innovadora en este segmento. Las recompensas por delegar LUNA con los validadores, no provenían de la inflación de la propia moneda (esto es igual a la emisión de LUNA) si no de los fees que los usuarios pagaban por utilizar la red.
Es evidente, que una moneda que no recurría a la inflación para recompensar a delegadores y validadores, poseía una ventaja comparativa. El diario del lunes, nos golpea con ironía al contarnos que LUNA perdió todo su valor a causa de la megahiperinflación consecuencia del infructuoso intento de recomponer el peg de UST.
Por lo tanto, como podrán haber adivinado, las recompensas en Terra 2.0 provienen de la emisión de su propia moneda, que se lleva a cabo con cada nuevo bloque. Al haber dejado de lado el método algorítmico de equilibrio entre LUNA y UST, los principios de Terra Classic fueron sepultados junto a la red que supo situarse como la segunda en términos de dinero en ella bloqueado o «TVL».
Contamos con evidencias, desde el momento en el cual se comenzó a planear la nueva blockchain, que la gran ausente sería la moneda estable algorítmica que tanto debate desató durante su existencia. Con el lema “Terra is more than UST”, que vendría a decirnos que Terra es más que solo UST, las intenciones pudieron percibirse desde la génesis.
Aquel próposito que dio nacimiento a Terra Classic de “Un mundo descentralizado, necesita un dinero descentralizado”, es solo un recuerdo por el momento. Existen fuertes rumores, que indican que el equipo detrás de Terra 2.0 se encuentra trabajando sobre una moneda estable, atada el precio del dólar, que contaría con un respaldo en forma de colateral, adoptando un sistema similiar al de (aquí es dónde la ironía golpea con toda su potencia) MakerDAO y su stablecoin DAI.
Sin lugar a dudas, resulta evidente y podríamos decir que también lógico, que tras un fracaso de semejantes magnitudes este equipo haya optado por mantenerse alejado del desarrollo de una moneda estable algorítmica. Sin embargo, el cambio de rumbo y la sensación de que esta nueva blockchain es simplemente eso, una nueva blockchain sin ninguna característica innovadora o atractiva, sumada a una perdida total de la confianza a raíz del manejo de la crisis llevado adelante por TFL, han llevado a una gran cantidad de “ex-Lunáticos” a dar la espalda a este nuevo proyecto. Tras vender sus nuevas LUNA y recuperar aunque sea un mínimo de lo perdido, su relación con Terra 2.0 se ha extinguido para siempre.
Mi opinión personal, y experiencia, me llevan a creer que solo existe algo más complejo que crear confianza y se trata de reconstruirla cuando esta ha sido devastada, como ha sucedido con la caída de Terra.
Lejos de intentar sepultar este proyecto por medio de un artículo, considero extremadamente complejo una recuperación de las condiciones iniciales que la blockchain de Terra Classic supo tener.
La pérdida del “ethos” del ecosistema, al menos habiendo transcurrido tan poco tiempo desde la caída, parece un punto clave que imposibilita imaginar una adopción masiva del nuevo proyecto.
De todos modos, como tantas veces hemos escuchado, el público se renueva y el tiempo suele encargarse de sedimentar los recuerdos. El éxito de este nuevo emprendimiento hoy se vislumbra como un camino complejo y empedrado. Solo el tiempo determinará de que lado cae la moneda…