Tabla de Contenidos
Toggle«El capital no tiene lealtad» es una frase famosa que hemos visto materializada en cientas de ocasiones, desde el mundo de las finanzas tradicionales al ecosistema crypto, en una gran variedad de proyectos.
Los creadores de aplicaciones descentralizadas y sus administradores, deben planear constantemente distintas estrategias para retener el capital inicial y no transformarse en otra triste historia de “pump and dump”.
Entonces, ¿por qué no recurrir a un recurso nacido en el mundo tradicional y adaptarlo a nuestro entorno?. Sabiendo qué es el vesting en criptomonedas, podrás conocer lo que te espera en un proyecto que lo propone.
El vesting es un método para retener el capital invertido en un proyecto, mediante la devolución en especie de esta inversión en pequeñas cuotas o partes durante un tiempo previamente establecido.
Es necesario destacar, que el boom del vesting, vino acompañado del violento crecimiento que las Startups vieron algunos años atrás. Para una empresa nueva, con una estructura pequeña puede ser una tarea compleja conseguir financiación o capital inicial. Pero aquí no termina el problema.
Un gran número de Startups, lograban conseguir el capital inicial y comenzar con las tareas que necesitaban de aquel flujo de dinero. Sin embargo, el siguiente escollo era retener ese capital. Como marqué en el comienzo de este artículo, sabemos ya que el capital no tiene lealtad y muchas veces puede pecar de impaciente. Entonces, ¿cómo retener el capital de manera inicial, para alcanzar los niveles de desarrollo que lo atraigan por sí solo?
En el concepto de vesting puede haber un buen indicio de cómo hacerlo.
Nada mejor que plasmar un ejemplo, para comprender un nuevo concepto. Pensemos la siguiente situación, una incipiente Startup pretende desarrollar una aplicación para incorporar el pago vía criptomonedas en la función de Apple Wallet.
Excelente proyecto, ¿no? Ahora, esta empresa deberá delinear su “roadmap”, marcar hitos a conseguir en el tiempo y dar las explicaciones necesarias, para dar con la financiación deseada. Supongamos que una primera presentación, en una ronda de financiación, resulta exitosa y los inversores deciden contribuir, ¿cómo se asegura esta Startup, que un retraso incalculable no catapultará los capitales hacia la nueva empresa vecina?
Es aquí dónde el vesting hace su entrada triunfal. Está Startup podría ofrecer a sus inversores el siguiente acuerdo:
Ahora que empezamos a entender qué es el vesting en el mundo financiero/empresarial tradicional, ya podemos comenzar a vislumbrar el sinfín de oportunidades para el ecosistema blockchain.
Sin más, pasemos a ello.
Si llevas algún tiempo invirtiendo e investigando en el ambiente Cripto, probablemente te hayas topado con alguna propuesta de este estilo. El Vesting es sin dudas un método sumamente apropiado para el mundo de las criptomonedas.
Indudablemente, lo mejor de este ecosistema, que continúa siendo incipiente, es la libertad para innovar y, desde mi punto de vista, la posibilidad de acercar al usuario “de a pie”. Estas posibilidades, resultan inimaginables en el sistema financiero tradicional.
Hoy en día, gracias a este ecosistema, cualquier persona por más pequeño que sea su capital disponible, puede transformarse en un inversor.
El vesting crypto es una herramienta que permite a las aplicaciones descentralizadas, asegurarse cierto capital por un período de tiempo determinado.
Pero por supuesto, aquí los tiempos son otros, no me canso de repetir que una semana en DeFi son meses en el mundo real…
Por lo tanto, veamos algunos usos que se le han dado a este concepto en el entorno de las criptomonedas.
Tal como remarqué en el párrafo anterior y como suelo hacerlo en mis artículos, uno de los puntos más fuertes del ambiente desarrollado alrededor de la tecnología blockchain es la impresionante capacidad de innovación.
Partiendo de esta premisa, no será sorprendente encontrarse con que el concepto de Vesting, se ha aplicado con fines muy diferentes en este ámbito que nos convoca.
Contamos con ejemplos que van desde la financiación de un proyecto de magnitudes enormes, como un blockchain propiamente dicha, hasta financiar aplicaciones descentralizadas También contamos el extendido caso del Vesting como protección anti cíclica, que ciertas blockchains de Proof of Stake utilizan en sus sistemas de delegación y no dejaré fuera a la última moda del ambiente, las plataformas de DeFi 2.0, quienes utilizan este concepto como método de “engagement”.
De una vez, ataquemos el vesting en criptomonedas.
Si bien la ICO más famosa, probablemente sea la realizada para financiar el nacimiento de la red de Ethereum, no fue la primera. Existió un proyecto llamado Mastercoin, el cuál según sus propias palabras sirvió de inspiración en cuanto a ciertas ideas para Vitalik Buterin, que fue financiado mediante una ICO combinada con el concepto de Vesting.
Para aquellos más nuevos, aclaro que una ICO se traduce como Initial Coin Offering. Este método de financiación propone ofrecer las criptomonedas o tokens de un proyecto a cambio de una inversión, ya sea en dinero FIAT o en otra criptomoneda.
En el caso de Mastercoin, en el año 2013, eligieron como inversión BTC, reuniendo alrededor de 5,120 BTC. A cambio entregaban sus propios tokens en un ratio de 1 BTC = 100 Mastercoins. Este retorno inicial, venía acompañado de 10 Mastercoins extra por semana, por cada BTC invertido, con un período de vesting determinado por la finalización de la venta de su token.
De esta manera, el equipo se aseguraba que los inversores lo hicieran cuanto antes, para recibir esos 10 Mastercoins extra durante el mayor tiempo posible.
Si de financiación y vesting hablamos, no podemos dejar de mencionar a Polkadot. El equipo de Polkadot, recaudó dinero en diferentes ventas públicas y privadas de la criptomoneda nativa de su red, DOT. La última venta privada, realizada en Julio del 2020, contó con un período de Vesting dividido en dos partes:
Mientras los inversores aguardaban el período de Vesting, el equipo detrás de Polkadot trabajaba contrarreloj para entregar un producto de calidad y retener ese capital.
Una escala menor en cuanto a desarrollo, pero no necesariamiente la misma relación en cuanto a beneficios finales. Las aplicaciones descentralizadas aplican el Vesting para crear y captar valor en sus propios contratos inteligentes y atraer inversiones.
En los albores del “DeFi Summer” del año 2020, varias de ellas aplicaron este método. El caso de Curve y Synthetix, protocolos ambos de la red de Ethereum, resuenan entre los de mayor renombre.
Mientras Compound y otras aplicaciones ofrecían, a cambio de una inversión o depósito en su plataforma, sus propios tokens de gobernanza como recompensa de manera inmediata, Curve y Synthetix eligieron el camino del Vesting.
¿Qué evitaron con este mecanismo? Qué el precio de sus activos se desplome de manera inmediata y transformarse en un nuevo ejemplo de “el capital no tiene lealtad”. Los usuarios de estas plataformas llegaron a esperar la suma de 365 días, para ver sus tokens liberados.
Este período trajo beneficios para ambas partes, claro está el beneficio para las plataformas. Ahora, cualquier usuario que hubiera vendido sus recompensas de manera inmediata, sin la existencia de un período de Vesting, hubiera recibido una cantidad de stablecoins sumamente inferior.
Se trata de una estrategia comúnmente instrumentada por las redes de Proof of Stake, a la hora de liberar las monedas nativas delegadas con los validadores de sus cadenas de bloques.
Sobrado ejemplo, de esta estrategias, son todas las redes del ecosistema Cosmos. El método de consenso de Tendermint, utilizado por las blockchains montadas sobre esta infraestructura, utilizan un período de vesting para hacerse con las monedas nativas, de cada red, delegadas con los validadores que llega a los 21 días.
De esta manera, no solo se protege el precio de las monedas nativas de la red, sino que se evita una retirada masiva de las monedas delegadas.
Imaginemos el caso de una suba estrepitosa de alguna de estas monedas. De no existir el período de vesting, la animosidad vendedora en exceso, podría dejar a la red desprovista de su mayor herramienta en cuanto a seguridad, el “staking” de monedas nativas.
Las nuevas plataformas, surgidas en su mayoría como “forks” o copias de OlympusDAO, conocidas en el ambiente como DeFi 2.0, utilizan el Vesting como instrumento esencial en la captura de valor que proponen y necesitan para sostenerse.
En estas plataformas, podemos comprar su token directamente o “mintearlo”. Con esta última opción, compramos ese token con un descuento, pero debemos atenernos a un período de Vesting, de unos 5 días generalmente.
Durante ese período, quienes hayan minteado van recibiendo pequeñas cantidades del token en cuestión, hasta finalizar el período de Vesting. Es en ese momento, que el usuario contará con la cantidad total “minteada”.
Ahora, expliquemos el subtítulo, ¿por qué considero que también es el Vesting, en estas plataformas un método para atraer capital?
Supongamos que un usuario “mintea” OHM, el token de OlympusDAO, y mientras aguarda el período de vesting nota que la plataforma funciona de buena manera y que los rendimientos son realmente atractivos, es probable que este usuario invierta mayor capital en la plataforma.
Hasta ahora, mucha tinta sobre cómo distintos proyectos pueden beneficiarse del concepto de Vesting. Pero, ¿cómo podemos beneficiarnos nosotros, los usuarios de a pie, de este concepto?
Si bien, deslicé estos beneficios durante el transcurso del artículo, plasmémoslos claramente. Desde el lugar de usuarios encuentro dos grandes beneficios:
Ahora que conocemos lo que es el Vesting y como se aplica en las criptomonedas, podremos decidir si esta modalidad se adapta a nuestro perfil o nuestros objetivos, como inversores o generadores de inversiones.
Claro está, que se trata de una herramienta óptima para proyectos nacientes que buscan retener capital o valor en sus primeros días.
De todas maneras, el mundo cripto funciona con un reloj extremadamente diferente al del mundo tradicional. El tiempo en nuestro ecosistema es un valor muy preciado, por lo tanto el Vesting debe aplicarse con mesura y respeto a los usuarios.