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ToggleDeFi, o finanzas descentralizadas, es probablemente el área en criptomonedas donde mayor innovación se está produciendo. Gracias a lenguajes como solidity, con más expresividad que el Bitcoin Script, se pueden escribir contratos inteligentes que permiten derivados financieros complejos.
Hoy vamos a hablar de Balancer, un proyecto DeFi sobre Ethereum y Polygon (Matic) muy popular y con un diseño novedoso.
Balancer es un protocolo DeFi que gestiona portafolios de tokens ERC-20 y que permite su intercambio de forma descentralizada (es un DEX), proveer liquidez y ganar rentabilidad sobre tus activos depositados en sus pools de liquidez.
Además de esto permite usar la liquidez en flash loans, es decir, préstamos que son devueltos en la misma transacción (generalmente usados para beneficiarse de oportunidades de arbitraje).
Por ejemplo, un usuario puede tener en una pool un 70% de ETH y 30% de WBTC. En vez de pagar a los gestores de un ETF para mantener estos porcentajes, los traders rebalancearán las pools (incentivados por oportunidades de arbitraje) y pagarán comisiones a los proveedores de liquidez.
Una oportunidad de arbitraje consiste en una diferencia de precios entre dos pools. Imaginemos que en la pool A, DAI vale 0,9$ y en la pool B 1$. Para aprovecharnos de esta situación podemos pedir prestado dinero, comprar DAI en la pool A, cambiarlo por DAI en la pool B, devolver el préstamo y quedarnos con la diferencia.
Para esto podemos hacer un flash swap (similar a un flash loan, pero construido expresamente para reducir disparidades de precios en Balancer). Para pedir un préstamo flash, también hay que pagar un interés.
Además de las comisiones por proveer liquidez para intercambios de tokens, también se puede obtener el token de gobernanza de Balancer, BAL.
La primera versión de este protocolo, Balancer V1, ya ha quedado anticuada, aunque se puede seguir usando ya que los contratos siguen en la blockchain.
Balancer V2 implementa una arquitectura dirigida a conseguir más eficiencia en el gasto de gas, permitir más componibilidad y diversidad en los diseños de pools o Automated Market Makers (AMM).
El novedoso concepto principal es el vault, o bóveda. Este es el contrato inteligente que mantiene y gestiona todos los tokens. Al separar la gestión de los tokens de la lógica de swaps y provisión de liquidez (AMMs), hacemos mucho más fácil el desarrollo de pools y permitimos que sean personalizables. Actualmente podemos encontrar pools ponderadas, pools de oráculo, pools estables, metaestables y de bootstrapping de liquidez.
Gracias al vault, los swaps de varios pasos (multi-hop) sólo pagan una comisión por la transferencia que liquida las posiciones de las pools. Además de que el vault haga un seguimiento de los balances de cada pool, también lo hace sobre el «balance interno de cada wallet«. Es decir, puedes hacer intercambios que, en vez de realizarse como tal, se acreditan a tu cuenta.
Hagamos un ejemplo, tenemos 1 ETH, lo cambiamos por 0,1 WBTC y después por 4.000 DAI. Estas transferencias no se realizan en los contratos de los tokens ERC-20, pero el vault mantiene la cuenta del balance de cada usuario. En el único momento en el que habrá que pagar las comisiones de gas por transferencia de tokens será al depositar dinero en el vault y al sacarlo.
Por último, tener toda la liquidez consolidada en el vault permite ofrecer flash loans de elevado valor, que no presentan riesgo para el prestamista (en este caso todos los usuarios de Balancer).
Una funcionalidad opcional es el uso de gestores de activos. Como en las pools de liquidez se deposita generalmente más dinero del utilizado en intercambios, se pueden usar una parte de los activos para generar rentabilidad adicional. Una implementación de esta funcionalidad es para préstamos en Aave.
Esto puede aumentar la rentabilidad de los proveedores de liquidez, pero también supone un riesgo (por ejemplo una mal gestión). Por esto, no es una opción habilitada por defecto en las pools.
Cada usuario que hace un intercambio de tokens paga una comisión a los proveedores de liquidez. Las comisiones de trading son dinámicas y varían en función de las condiciones del mercado.
Además tenemos comisiones de protocolo, que actualmente están desactivadas salvo en caso de los flash loans. Estas comisiones van dirigidas a la DAO de Balancer y serán los propios holders del token de gobernanza BAL los que las voten. Se calcularán como un % de la comisión de trading, y serán fijas.
Los holders de BAL tienen derecho a participar en la toma de decisiones sobre futuros cambios en el protocolo. Además, sus tokens recolectan las comisiones de protocolo.
Las votaciones se realizan en un protocolo off-chain que no gasta comisiones de gas, llamado Snapshot y desarrollado por Balancer Labs. Snapshot ha sido bastante exitoso y está siendo usado por otras DAOs a parte de Balancer.
Para dejar la información de las votaciones grabada en la blockchain se utiliza una dirección multifirma controlada por diferentes personas con influencia y reputación en el ecosistema DeFi y Ethereum. Pero los firmantes no tienen influencia sobre la votación, solamente registran on-chain los resultados de esta.
También existen programas de minería de liquidez dónde los proveedores de liquidez son recompensados con BAL por participar en el protocolo de forma temprana. Otro programa se llama «Bal for Gas» y consiste en recompensar con BAL a los usuarios que realizan swaps.
Al leer sobre Balancer uno se puede empezar a hacer una idea sobre la cantidad de innovación que está sucediendo en DeFi.
Quizá la mayor duda en el ecosistema DeFi en general sea sobre la seguridad de los contratos inteligentes. De hecho Balancer ya sufrió un hackeo hace un año, financiado por un flash loan (como suele ser costumbre). Balancer V2 cuenta con 3 auditorías de código y un botón de emergencia provisional (solamente funcionará los primeros 3 meses).
Lo más plausible es que a largo plazo, los contratos que se hayan mantenido operativos sin hacks durante años, sean extremadamente seguros. Sin embargo, hoy en día DeFi sigue suponiendo altos riesgos, aunque también promete más que nunca.