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ToggleSeguramente hayas escuchado alguna vez el término peer-to-peer. Si no sabes qué significa, en esta publicación te lo contaremos.
Una red Peer-to-Peer se basa en un grupo de máquinas o de personas que participan en la misma de forma descentralizada. En esta red, las partes funcionan de forma autónoma respondiendo a un protocolo común sin contar con un punto central de conexión. Mediante esta tecnología, los usuarios de la red pueden intercambiar información entre ellos sin intermediarios y de forma totalmente descentralizada.
Todos los ordenadores forman parte de la misma red y en ella comparten sus datos. En estas redes los ordenadores hacen uso de la arquitectura distribuida.
Cada integrante forma un nodo y cada nodo es exactamente igual al resto, es decir, tiene las mismas funciones y derechos. No existen los privilegios y al ser una red descentralizada, tampoco contamos con un administrador central.
El origen de las redes Peer-to-Peer se remonta al año 1980 cuando se creó el protocolo Unix to Unix Copy Protocol o UUCP. Gracias a estos protocolos llegaron las redes aún activas USENET y BBS.
El funcionamiento de estas redes es sencillo, ya que parte de una conexión mediante un módem, pero ya se incluía algo novedoso, la comunicación entre máquinas. Gracias al protocolo UUCP una máquina podía comunicar a la otra su objetivo y compartir la información del proceso. Lo más impactante es que todo esto era posible sin el uso de Internet.
En esta época, USENET y UUCP eran la joya de las comunicaciones. Incluso dieron lugar al conocido movimiento Cyberpunk y muchos de los personajes que conocemos de este movimiento como Eric Hughes o Timothy C. May utilizaban estos sistemas para compartir información en los BBS.
En el año 1983 llegaron los protocolos TCP/IP que buscaban flexibilizar la creación de redes globales. Posteriormente se estableció el sistema OSI en 1989 y en 1990 la WWW. Gracias a estos tres elementos se creó Internet y con ello uno de los mayores avances en la tecnología de redes, las Peer-to-Peer.
Las redes P2P están presente en todo tipo de plataformas, pero hay una más importante, Bitcoin. Bitcoin en sí, es una red Peer-to-Peer donde un usuario se descarga un programa informático y así pasa a formar parte de una red común.
Cada ordenador que forma parte de la plataforma es denominado Nodo. Estos son los encargados de gestionar lo que conocemos como blockchain o cadena de bloques.
La blockchain es el libro contable donde quedan registradas y guardadas todas las transacciones realizadas en la blockchain de Bitcoin. Los registros de la cadena se almacenan en los nodos de la red (que no son pocos). Por esto la blockchain trata datos inmutables e imposibles de manipular. No pueden cambiarse dejando posibilidad nula a la falsificación.
Al ser una red P2P cada nodo contiene una copia de la blockchain y una vez se actualiza la cadena de bloques el resto de ordenadores o nodos también lo hacen, creando un registro contable totalmente descentralizado con todas y cada una de las transacciones en Bitcoin.
Como explicamos en nuestro artículo sobre ¿Cómo minar Bitcoin? estos ordenadores también pueden ser mineros y cumplen con el deber de verificar las transacciones realizadas en la plataforma. Cuentan con incentivos cuando logran verificar una transacción y reciben BTC cuando logran descifrar problemas matemáticos.
Gracias a estos nodos o mineros la red se mantiene estable todo el tiempo y a todas horas. Esto hace posible el envío y recibo de Bitcoins las 24 horas del día. Para esto solo es necesario la confirmación de un nodo y se podrá realizar el pago.
Al enviar Bitcoins se exige un número como mínimo de confirmaciones. Generalmente son de 3 a 6 confirmaciones y cada una tarda unos 10 min dependiendo de la comisión que paga el usuario. La comisión equivale a prioridad así que, a mayor comisión, más prioridad recibe nuestra transacción.