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ToggleUna cualidad que compartimos los cripto-usuarios, sobre todo aquellos que de DeFi hemos hecho nuestra casa, es la imposibilidad de permanecer quietos. Esto implica, movernos mucho entre blockchains, y los “wrapped tokens” vaya que han calmado nuestras ansias de libre circulación.
Como ya he contado en este blog, las blockchains en sus comienzos se encontraban aisladas las unas de las otras. Un holder de BTC, de querer operar en Ethereum, debía vender sus bitcoins y comprar monedas de Ethereum en un exchange, para luego enviarlas a dicha red.
Los “wrapped tokens”, llegaron para simplificar nuestros caminos en cuanto a conexiones entre redes se trata. En simples palabras, en un wrapped token, la moneda de origen se “envuelve” en código de la blockchain destino y de este modo, circula en ella sin problemas. Veamos cómo funciona este interesante concepto.
Tal como lo he anticipado en la introducción de este artículo, un “wrapped token”, cuya traducción al castellano es “token envuelto”, se trata de un token que envuelve a otro token o criptomoneda, externa a la blockchain de la cual se trata, en el código necesario para poder “circular” por esta última y, de este modo, interactuar con las aplicaciones descentralizadas que en ella se encuentren.
La definición inicial puede sonar algo compleja pero explicando cada parte podremos comprender mejor de qué va este tipo de tokens. Primero, debemos entender que cada blockchain, en un principio, se encuentra aislada del resto del planeta. Sumado a ello, suelen tener su propio código o modo de programar sus monedas. Esta última característica, vuelve a sus monedas incompatibles con otras cadenas de bloques.
Por lo tanto, los “wrapped tokens” vienen a ser, la representación de una moneda externa a la blockchain, en relación de uno a uno con respecto a su valor, pero “envuelta” en el código de la red en la cual circulará este token envuelto.
A fin de graficarlo de manera simple, veamos un ejemplo. Imaginemos que tengo bitcoin en mi poder, no quiero venderlo, pero sí me gustaría generar algunos ingresos pasivos con él. Sabemos que en la red de Bitcoin esta posibilidad no existe. Sin embargo, Ethereum cuenta con un ecosistema DeFi sumamente variado. ¿Cómo podría utilizar mis BTC en Ethereum? A través de un “wrapped token” de bitcoin.
En pocas palabras, esto no sería más que BTC envuelto en el código correspondiente al estándar ERC-20, el cuál le permite a cualquier token circular libremente por la blockchain de Ethereum y ser utilizado en sus distintas plataformas inteligentes.
Este simple ejemplo, para comprender qué es un “wrapped token”, nos da pie para hacernos de un poco de cripto-historia.
El ejemplo de la sección anterior, no hace más que basarse sobre la génesis del concepto de los “wrapped tokens”. En el años 2019, en una acción conjunta llevada adelante por gigantes de la industria como Kyber Network, BitGo y Republic Protocol, decidieron que era momento de llevar a bitcoin a Ethereum.
Con este paso, permitirían que los usuarios fueran capaces de utilizar un token que represente a bitcoin dentro de Ethereum y, sobre todo, dentro del mundo DeFi.
¿Entonces, cómo pensaban llevarlo adelante? De la siguiente manera:
Es interesante destacar, que la gestión de wBTC se hace de manera centralizada. Existe un número de personas determinado en control de la wallet del lado de bitcoin, que custodian estos tokens. De todas maneras, su creación dio lugar a una especie de “revolución” en el crypto-mundo y, sobre todo, en el ecosistema DeFi.
Proyectos como Ren Protocol, llevaron adelante la creación de “wrapped tokens”, como renBTC, de modo descentralizado, potenciando la interconexión entre distintas blockchains y manteniendo el espíritu «Cypher Punk».
Ahora que conocemos qué es un wrapped token, su historia y contamos con un claro ejemplo, nos toca el tiempo del análisis. Como cada herramienta con la que contamos en el ecosistema cripto, es necesario detenernos tanto en sus ventajas como en los riesgos que su utilización implica.
Tras haber investigado detalladamente ambas aristas de los “tokens envueltos”, podremos volver hacia nuestra balanza y evaluar si se trata de un token que utilizaremos o no.
Pero, sin mayores dilaciones, pasemos al análisis.
Los beneficios que este tipo de tokens nos presentan, se pueden agrupar por en dos categorías diversas. Simplifiquemos los enfoques, repasando por cada una de ellas.
Sin lugar a dudas, este es el primer beneficio que de ellos se desprende. En el ejemplo de la primer sección del artículo, el usuario que decide “envolver” sus BTC para pasar a ser dueño de wBTC en la red de Ethereum, pretende hacerse con un beneficio económico.
Estos tokens envueltos, pueden ser utilizados en diferentes aplicaciones descentralizadas, aquellas que componen el vasto ecosistema DeFi. En ellas, se obtendrá un retorno por depositar estos tokens e incluso podrán ser utilizados como colateral o garantía para obtener un préstamo.
Quizás, al terminar su aventura por el mundo DeFi, este usuario pueda contar con algunos «satoshis» extras…
Más allá del aspecto ecónomico y el tecnológico, nuestro entorno está atravesado por una corriente filosófica, que nuclea los principios seteados por Satoshi al construir Bitcoin. Estos principios, recogidos de la corriente “Cypher Punk”, encuentran a la libertad como uno de sus pilares.
Si bien, bitcoin nos entrega libertad desde diferentes ángulos, al encontrarnos cercenados a su utilización únicamente dentro de esta red, nuestra posibilidades se encuentran limitadas intrínsecamente.
Los “wrapped tokens” nos das la posibilidad de explorar nuevas redes, sin la necesidad de desprendernos de nuestros activos principales u originales. El sueño del ecosistema multichain, se materializa mediante estos tokens.
Ya hemos tenido tiempo para acostumbrarnos y, por sobre todas las cosas, aprender en carne propia, que el mundo cripto está hecho de beneficios, pero a la par también de riesgos. Cada vez que nos disponemos a utilizar de un contrato inteligente, no solo estamos disfrutando de sus bondades, sino también exponiéndose a su riesgos inherentes.
Por un lado, nos encontramos expuestos a:
En el caso de los wrapped tokens, no solo nos exponemos a riesgos en la red de destino, también lo hacemos en la red original. WBTC es un gran ejemplo. Al enviar nuestros BTC a la wallet que los custodia dentro de la blockchain de Bitcoin, nos enfrentamos al potencial riesgo de un hack o robo de fondos contra ella. En este caso, duplicamos nuestros riesgos, aquellos intrínsecos a la red de Bitcoin y los derivados de los contratos inteligentes de Ethereum.
Por otro lado, no puedo dejar de mencionar que, utilizando wBTC, también nos exponemos al riesgo propio de la centralización. Este, es muy simple de observar. Siempre que se encuentren una cierta cantidad de personas detrás de la custodia de determinados fondos, la posibilidad de desaparecer con ellas, se encontrará latente.
De todos modos, no es menor aclarar, que a la fecha no hemos encontrado ninguno de estos ingratos eventos relacionado a las plataformas de “wrapped tokens” más utilizadas.
Tras la lectura de este artículo, quizás pueda llegar a sorprenderte el hecho de, mientras navegas a través de distintas aplicaciones descentralizadas, toparte con un token llamado wETH. Tal como su nombre nos indica, se trata de un token de ETH envuelto en el código establecido por el estándar ERC-20.
Ahora, ¿por qué sería necesario “envolver” a ETH en este código? La explicación es simple. ETH es el token nativo de la red de Ethereum, aquel que nació junto a la blockchain y fue codificado dentro de su mismo protocolo. El resto de los tokens que en Ethereum circulan, fueron creados por un contrato inteligente, en su mayoría, siguiendo el estándar ERC – 20.
Tras haberse instalado como estándar, la mayor parte de aplicaciones en esta red, fueron construidas para soportar e interactuar con tokens ERC-20. De este modo, la utilización de wETH viene a ser un modo de simplificar la interacción de los cripto-usuarios con estas plataformas.
Es claro que el mayor aporte de Ethereum al cripto-universo, ha sido la creación de los contratos inteligentes. Gracias a ellos, contamos con aplicaciones descentralizadas, infinidad de diferentes tokens y un ecosistema DeFi repleto de opciones, sentado sobre estas bases.
De todos modos, no deja de ser una herramienta riesgosa. Mientras la cantidad de contratos inteligentes por los cuales nuestro dinero atraviese aumente, también lo hará nuestra exposición al riesgo.
Sin embargo, para quienes soñamos con un futuro multichain, confiamos en que la seguridad de estas piezas informáticas seguirá aumentando. En ese panorama ideal, los “wrapped tokens” continuarán conectando redes y permitiéndonos mover con libertad.