14 años atrás, Bitcoin nació como respuesta a las cíclicas crisis a las cuales la economía mundial se ve sometida. Una de las principales características de bitcoin, que contrasta con el dinero FIAT, es el límite pre-estipulado de su suministro total. A raíz de esta determinación en su diseño, se dice que bitcoin pertenece a la categoría de criptomonedas deflacionarias.
Es evidente, que el mundo entero, se encuentra al tanto de los efectos negativos que la inflación imprime en el día a día de los ciudadanos. Por lo tanto, contar con una moneda que jamás sufrirá este mal con el cual nos toca convivir en la actualidad, suena por demás llamativo.
Sin embargo, limitar de manera previa, el suministro de una moneda, no es el único método para volver deflacionaria a una criptomoneda. Con este gran problema en mente, los desarrolladores del ecosistema han creado distintas soluciones para desterrar la inflación del mundo cripto. Veamos de que se tratan.
Deflación e inflación, ¿qué significan?
Un buen punto de partida para este artículo, es dar una breve definición de estos conceptos contrapuestos. Si bien, el contexto económico internacional ha propiciado una difusión pocas veces vista de estas nociones, repasemos que significan.
¿Qué es la inflación?
Podemos definir a la inflación, en el marco tradicional, como un aumento generalizado y sostenido del precio de los bienes y servicios en una economía. Las causas de este fenómeno, pueden ser sumamente variadas, pero podemos destacar las siguientes
- Aumento de la oferta de dinero en circulación
- Aumento en la demanda de bienes y servicios
- Combinación de ambos
Los efectos de la inflación, pueden resumirse en que cada unidad monetaria nos sirve para adquirir una cantidad menor de bienes y servicios de lo que solía hacerlo. En definitiva, el poder adquisitivo de la moneda disminuye.
Ahora, ¿qué efectos tendría la inflación en una criptomoneda? Los hemos visto en varias ocasiones, pero quizás el mayor ejemplo sea el caso de LUNA, la criptomoneda de la blockchain de Terra. Se trataba de una moneda, cuyo suministro flotaba libremente para absorber las variaciones en la demanda de su moneda estable UST. Su funcionamiento, podemos resumirlo de la siguiente manera:
- Si un usuario deseaba nuevas unidades de UST, se quemaban unidades de LUNA para crear UST
- Al darse la situación contraria, usuarios que deseaban desprenderse de UST, se creaban nuevas unidades de LUNA
Por causas que exceden al presente artículo, la gran mayoría de los usuarios desearon, en cuestión de días, desprenderse de los 18 mil millones de UST existentes en aquel momento. La inflación de la “masa monetaria” o, en este caso, del circulante de LUNA, la llevó de unos $80 a $0.000001 en cuestión de horas.
La inflación, a causa del exceso de oferta de una moneda, es devastadora para quienes la poseen.
¿Qué es la deflación?
En el lado opuesto de la vereda, tenemos a la deflación. Este concepto implica una disminución generalizada y sostenida en los precios de los bienes y servicios en una economía. Sus causas, al igual que con la inflación, son sumamente variadas. No obstante, podemos destacar los propulsores contrarios:
- Retracción en la oferta de dinero en circulación
- Disminución en la demanda de bienes
- Por supuesto también, una combinación de ambos
En definitiva, cuando existe deflación, cada unidad monetaria tiene la capacidad de adquirir más bienes y servicios de lo que solía hacerlo, por ende el poder adquisitivo de la moneda aumenta. Más allá de los efectos negativos que puede llegar a tener la deflación sobre la economía de un país o región, en el mundo cripto la valoramos positivamente.
Resulta por demás evidente, que contando con una moneda cuyo suministro total decrezca con el simple paso del tiempo, viéndose acompañada de una demanda sostenida, se volverá cada día más valiosa. Al pensar en las monedas FIAT que actualmente conocemos, esta característica resulta tan revolucionaria como atractiva.
Las criptomonedas deflacionarias
El mundo cripto, ha nacido como respuesta a los problemas e injusticias con los que la economía tradicional nos ha obligado a lidiar. No resulta novedad alguna, que quienes desarrollaron este nuevo ecosistema, se encuentran indefectiblemente inmersos en el mundo económico tradicional. Por lo tanto, las implementaciones para lograr criptomonedas deflacionarias, que a continuación repasaremos, se encuentran específicamente diseñadas para hacer frente a las carencias de los sistemas gubernamentales de gestión de la moneda.
Llegó el momento de conocerlas.
El límite del suministro
Es “vox pupuli” que, aproximadamente en el año 2140, cuándo el último bloque de Bitcoin sea minado, solo existirán 21 millones de unidades de BTC. El método de emisión de bitcoin, ha propiciado que a la fecha existan más de 19 millones de unidades circulando libremente en el mercado.
Una vez que sometemos este método de control de su propio suministro, frente a la emisión indiscriminada de las monedas gubernamentales, el valor de bitcoin comienza a ser apreciado. El mundo cuenta con la certeza que no existirán jamás más de 21 millones de BTC. De este modo, la oferta monetaria, jamás licuará su valor.
De todos modos, la revalorización de esta criptomoneda, a causa de su limite de suministro no se ha desarrollado de modo lineal. Es notable la tendencia alcista de bitcoin a largo plazo, de esto no hay dudas, pero las monedas deflacionarias también cuentan con una volatilidad, producto de la especulación, que no es menor y debe ser tenida en cuenta.
Mecanismos de quema de criptomonedas
El método propuesto por Bitcoin es interesante, pero como todo en esta vida, no es aplicable a la totalidad de los casos. Analicemos el caso de ETH, la criptomoneda nativa de Ethereum. Los usos que esta moneda tiene, exceden a los de BTC. Además de ser el medio de pago de las transacciones en la red, ETH se vuelve necesario a la hora de crear cualquier aplicación descentralizada o contrato inteligente.
Imaginemos ahora, que desde Ethereum Foundation, fijaran un límite al suministro total de ETH. De modo indirecto, se encontrarían estableciendo un límite al desarrollo de aplicaciones sobre la blockchain. Es evidente, que aquí el límite al suministro no es una opción. De todos modos, será necesario, también, controlar la emisión de ETH evitando así los nocivos efectos de la inflación que podrá imprimir sobre su precio.
Gracias a proyectos del estilo, donde no es posible aplicar un límite al suministro, nacieron los métodos de quema de criptomonedas. Continuemos con ETH como ejemplo. Tras la actualización conocida como el “London Hard Fork” o “EIP 1559”, se estableció que:
- Los fees abonados por los usuarios, al realizar una transacción, serán quemados
En la práctica, esta decisión implica que, cada ETH que es empleado como “gas” en la red, será destruido. De este modo, a medida que la red es utilizada, el suministro de ETH decrece. Soluciones del estilo, han sido aplicadas en diferentes blockchains y los resultados indican que se trata de una práctica acertada.
Palabras finales
El mundo cripto, nacido para diferenciarse de la economía tradicional y enfocado en resolver los inconvenientes por ella producidos, se ha dado sus propias e innovadoras herramientas y las criptomonedas deflacionarias son un ejemplo más.
No es menor destacar, que la inexistencia de regulaciones facilita la innovación. Mientras, la monedas tradicionales, depende de un aparato burocrático sumamente extenso y complejo de poner en marcha, las decisiones en cripto se toman de modo más simple y veloz.
Sin embargo, esta facilidad, no menosprecia los avances en este sentido. Las criptomonedas deflacionarias, más allá de la inventiva de sus soluciones y sus positivas previsiones, no dejan de ser un experimento que el tiempo debe validar. Y aquí estaremos, para contarles que tal les ha ido.
