Tabla de Contenidos
ToggleQuienes estamos presentes de manera activa en este ecosistema, solemos destacar que las blockchains son transparentes. De todos modos, encontrar información en ellas, no es simple. Este es el problema que The Graph ha venido a resolver.
Generalmente señalado como el “Google de la blockchain”, se trata de un «indexador» de datos para cada una de las blockchains que se conecten a su plataforma. Es así, que The Graph nos facilita encontrar información que posteriormente podremos utilizar.
Gracias al distintos filtros, los rastreadores de información del cripto-espacio, ahorrarán una gran cantidad de tiempo y dolores de cabeza. Sin mayores retrasos, pasemos a conocer este fantástico proyecto.
Se trata de una plataforma enfocada en la construcción de un sistema de indexación, algo así como un índice, de la información contenida en las blockchains que se encuentran conectadas a su protocolo. Su fin es permitir a sus usuarios un acceso veloz y ordenado a esta gran masa de datos.
The Graph, es un proyecto que presenta una infinidad de posibilidades para quienes lo utilizan. Desde utilizar datos para interactuar en una aplicación descentralizada hasta la creación de distintos sitios de análisis. Quienes están detrás de este tipo de desarrollos, gracias a esta plataforma, se ahorrarán horas de rastrillaje y creación de “querys”.
El resultado del trabajo del equipo de The Graph, es la base de datos más grande que jamás haya existido, sobre la información que contiene el ecosistema blockchain. Pero, esto no es todo, ya que los exigentes paladares de los “cypherpunks” se verán satisfechos al encontrar que esta base de datos es descentralizada.
Este objetivo, lo alcanza trabajando con dos tecnologías en forma conjunta, Ethereum por un lado e IPFS por el otro. Con Ethereum, lograron crear una red de nodos interoperables a los que se asocian transacciones que contienen información y también allí han desarrollado el token nativo de la plataforma. Mientras que por medio de IPFS, facilitan la creación de otra red de nodos en lo cuales la información es almacenada de forma descentralizada, segura y permite consultas con respuesta de gran velocidad.
A partir de una idea concebida por Yaniv Tal, en el año 2017, comenzó el desarrolló de este protocolo de indexación para enfocado en ordenar el mundo blockchain. Luego de tres años de arduo trabajo, The Graph vio la luz. Desde un principio, The Graph fue recibido con los brazos abiertos por la comunidad de Ethereum y del mundo blockchain en general. Hoy en día The Graph se utiliza en proyectos de la envergadura de:
La elección de estas plataformas líderes del ecosistema guarda estrecha relación, con los más de 160 indexadores, 7.500 delegadores y cerca de 2.400 curadores. Tras dar una ojeada al proyecto y sus logros, aprendamos cómo funciona.
Dentro de esta plataforma, nos encontramos con dos grupos de participantes internos:
Aquí, los nodos se diferencian con aquellos que tradicionalmente encontramos en una blockchain, ya que, al existir de distintos tipos, también cumplen diferentes funciones. De todos modos, al analizarlos, veremos que las analogías, pueden rápidamente ligarse con el ecosistema blockchain.
Conozcamos los dos tipos de nodos que existen y los roles que cumplen para lograr ordenar los datos del ecosistema cripto, para después conocer a los delegadores de la plataforma.
Los nodos indexadores se encargan de brindar los dos servicios más destacados de la red:
En la plataforma, existen los llamados “subgraphs”, que no son más que el espacio en el cual se almacena e indexa, la información de una blockchain determinada. Los indexadores, participan de uno o más de estos espacios, aportando su poder computacional para:
Conociendo la lógica del mundo blockchain, imaginarás que este trabajo no será gratuito. Para recibir recompensas y participar como nodo indexador de la red, es necesario bloquear una cierta cantidad de GRT. Un clásico sistema de Proof of Stake. Por su tarea, estos nodos, son recompensados con más unidades de GRT.
Un detalle de color, es que mientras escribo estas líneas, The Graph a llegado a la impresionante suma de 500 “subgraphs”, ¡a celebrar!
Estos nodos son los encargados de clasificar la calidad de los “subgraphs”, basándose en criterios como:
Gracias a esta clasificación en base a la importancia de los “subgraphs”, los indexadores pueden conocer dónde se encuentran las prioridades de su trabajo. Al igual que el tipo de nodo que conocimos con anterioridad, es necesario bloquear cierta cantidad de GRT para participar como curador del ecosistema.
Los delegadores, al igual que en cualquier red de Proof of Stake, son usuarios del ecosistema que contribuyen con sus tenencias, en este caso en GRT, delegándolos con los indexadores de su elección para contribuir de este modo, con la seguridad de la red. Es también evidente, que obtendrán una porción de las recompensas que los indexadores seleccionados generen.
El modelo de The Graph, podemos resumirlo como:
Pero, ahora adentrémonos en su circuito de trabajo.
Todo inicia cuando analizan qué “subgraphs” son realmente útiles para el protocolo y una vez que lo determinan, los indexadores sabrán por dónde comenzar a recolectar información.
La recolección se lleva adelante mediante PostgreSQL, un sistema de gestión de base de datos sumamente utilizado en el mundo de la Web2. La información obtenida, es posteriormente clasificada y almacenada en su base de datos.
Cuando el caudal de datos es demasiado grande, como para alojarse en su base de datos o su consulta se tornará demasiado costosa, los indexadores recurren a IPFS, donde replican la base y permiten una acceso a la información mucho más simple.
De todos modos, alojados en IPFS o no, los datos ya están listos para ser consumidos.
Entendamos, esta sección de la actividad de The Graph, con un ejemplo. Imaginemos a un desarrollador de una aplicación descentralizada en la red de Ethereum que desea conocer los datos de las transacciones ocurridas en su plataforma. Todo lo sucedido, se encontrará alojado en la red de Ethereum.
Sin embargo, también esta información ha sido procesada por The Graph y se encuentra añadida a un “subgraph” específico. Entonces, nuestro desarrollador imaginario cuenta con dos opciones:
De este modo, cuando los indexadores reciben la solicitud realizada por el desarrollador de Ethereum, buscarán la información y la remitirán de modo ordenado, simple de entender y veloz.
Rastrear bloque por bloque información en la red de Ethereum, a estas alturas, resulta una tarea arcaica.
Mucho hemos hablado en este blog, sobre distintos protocolos que lanzan su token, con el único objetivo de recaudar dinero, llenando los bolsillos del equipo detrás de su construcción, mientras los usuarios cuentan sus pérdidas. En una plataforma, con la calidad, el espíritu y el trabajo que existe detrás de The Graph, es lógico que la situación será completamente diversa.
Si bien resulta imposible prevenir el uso de un token para la especulación, el «Google de la blockchain», le ha atribuido a GRT, su token nativo, funciones que revisten una gran importancia para su normal funcionamiento.
Primero y principal, cada uno de los participantes de la red, que desean involucrarse con un rol activo cumpliendo las funciones atribuidas a los nodos, deberá bloquear una cierta cantidad de GRT, con el fin mostrar su compromiso con la plataforma, de la misma manera que un validador lo hace en una red de Proof of Stake.
Por otro lado, los delegadores, también podrán contribuir con sus GRT a fin de contribuir con la seguridad del sistema. Es evidente, que las recompensas para ambos actores de The Graph, se verán materializadas en tokens de GRT. También este token, es el medio de pago que emplearán aquellos desarrolladores que deseen acceder a la API de The Graph o a sus servicios de alojamiento de información. Por último, pero no por ello menos importante, GRT cumple la función de token de gobernanza, titulando a sus «holders» de la posibilidad de votar sobre el futuro del protocolo.
Este token ERC-20, creado en la red de Ethereum, fue programado para tener un supply total de 10 mil millones de unidades, de las cuales ya se encuentran emitidas un total de 7.400.273.157. Su precio, lejos se encuentra de sus mejores días cuando trepó a los 2,84 dólares por unidad. A la fecha de escritura del artículo, apenas se sitúa un 9% por encima de su mínimo histórico de $0,075165, al cual arribo el 21 de octubre del 2022.
El ecosistema cripto ha crecido, en diferentes aspectos a niveles impensados. Dentro de este crecimiento, encontramos la cantidad de información que cada blockchain hoy en día contiene. Acceder a esta información de manera simple y ordenada es una solución extremadamente necesaria.
The Graph aporta una herramienta que cuenta con una utilidad que aún no hemos terminado de explorar. Lo más interesante, es que esta afirmación no se centra únicamente en las posibilidades que provee a sus usuarios, si no también el exigente nivel de mejora continua que esta plataforma presenta.
El futuro de la tecnología blockchain, apunta hacia un ecosistema en el cual la información fluya de manera simple, veloz y transparente. Es evidente que, The Graph, está aportando sus esfuerzos en este sentido.