Las criptomonedas son una divisa alternativa que no está controlada por un ente centralizado y que dependen enteramente de la red (la blockchain) a la que pertenecen.
De hecho, son la recompensa que reciben quienes aportan maquinaria, trabajo y energía para que estas redes operen.
A estas personas generalmente se las llama “mineros” y reciben nuevas criptomonedas como pago por registrar nuevos bloques en la cadena de bloques de registros que conforma una blockchain.
Este es el origen de las criptomonedas.
Es por esto que suelen tener el mismo nombre que su cadena de bloques o blockchain que las emite.
Por ejemplo bitcoin [BTC] a la Bitcoin Blockchain y ethereum [ETH] a la Ethereum Blockchain. Luego encontraremos casos como binance coin [BNB] que es la cripto emitida por la red BNB chain (antes llamada Binance Smart Chain).
Las criptomonedas son una de los principales atractivos del entorno cripto por la capacidad que tienen para generar riqueza de manera descentralizada, por representar un escape a la inflación generada por la emisión descontrolada y por la conveniencia de la tecnología que las respalda.
Ahora, es importante mencionar que una criptomoneda no es lo mismo que un token.
¿En qué se diferencia una criptomoneda de un token?
Los tokens son un activo que representa valor en un contexto en particular.
Sin ir más lejos, las fichas de los casinos son tokens que representan dinero, al igual que un pasaporte representa una identidad.
Por eso, en realidad la idea de “tokenización” es un proceso que existe desde hace mucho más tiempo que la blockchain.
Pero vamos por partes…
El ámbito cripto, a partir de Ethereum en 2015, permitió generar smart contracts o contratos inteligentes.
Para explicarlo rápido aquí, estos son programas que ejecutan acciones automáticamente una vez que se cumplen ciertos parámetros.
Tal y como sucede en un contrato: se nos permite vivir en una casa una vez que pagamos un cierto importe pautado de alquiler cada cierta cantidad de tiempo acordada. Trabajamos cierta cantidad de horas, o tras cierta cantidad de objetivos a cambio de otra cierta cantidad de dinero en un momento determinado.
O mucho más sencillo: compramos cierta cantidad de pan, con cierta cantidad de una moneda, y el acto se concreta en el momento en que nos entregan el pan y nosotros entregamos el dinero.
Los smart contracts son programas que ejecutan acciones acordadas por las partes una vez que se cumplen los parámetros establecidos.
Y esos parámetros son datos que tomarán de una blockchain, que es inmodificable, descentralizada, libre y abierta.
Ahora, ¿cómo podemos interactuar con un contrato inteligente de una aplicación descentralizada si todo en una blockchain tiene un coste por operar?, ¿cómo pagaremos o haremos que nos reconozca cada plataforma como un participante suyo?
Con su token.
En este caso no es una criptomoneda, porque las criptomonedas son emitidas por las blockchains. Los tokens son la moneda propia de las aplicaciones descentralizadas (los programas que ejecutan esos contratos inteligentes) que operan sobre una blockchain.
Puede haber una gran cantidad de aplicaciones descentralizadas sobre cada blockchain, y cada una de ellas emitirá un token propio.
De modo que las criptomonedas pertenecen a una blockchain y son la divisa de cambio para todo lo que ocurre en ella. Mientras que los tokens no tienen una blockchain nativa sino que siguen las reglas de un smart contract que se programó dentro de una blockchain.
Veamos un ejemplo: la blockchain de Ethereum tiene su propia cripto, ether, y esta red tiene la capacidad de ejecutar smart contracts. Gracias a estos, los desarrolladores de un proyecto ajeno a Ethereum pueden emitir tokens que sigan unas reglas específicas.
Por lo tanto, los tokens solo necesitan un smart contract para existir y, dado que muchas blockchains tienen la capacidad de ejecutarlos, podemos ver tokens como USDT o DAI emitirse en la blockchain de Ethereum, la de Binance, la de Tron o Solana.
También hay tokens que pueden ser utilizados en smart contracts en aplicaciones descentralizadas como Uniswap, y Aave.