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ToggleMucho hemos hablado de los NFT y sobre su potencialidad. Con el objetivo de informar, pero a la vez limpiar un poco la imagen que cierto sector del ecosistema les ha atribuido, al catalogarlos con simples “scams” y copias repetitivas de imágenes digitales, hoy te cuento que son los NFT y para que sirven.
Es evidente, que sus características intrínsecas, los han llevado a cumplir el rol de objetos coleccionables, cuya unicidad, escasez o rareza han llegado a elevado sus valores a niveles astronómicos. Sin embargo, ¿es posible que cumplan algún otro tipo de rol, fuera del arte digital?
Pues claro que sí. Mi objetivo del día, es que a través de la explicación de que es un NFT, podamos llevarnos una acabada idea de las posibilidades que, ante nosotros, se abren gracias a esta maravillosa creación del mundo cripto.
NFT es la sigla que condensa la frase “token no fungible”. Se trata de tokens, que fueron diseñados para contener cualquier tipo de información que en ellos deseemos alojar, y a la vez cuentan con la capacidad de ser únicos e irrepetibles.
Con esto me refiere a que jamás existirán dos NFT iguales. Es simple entender esta característica, al compararlos con un token fungible. Ejemplo de estos últimos, es bitcoin. BTC es un token fungible, ya que el último bitcoin minado, así como el primero o el número 6 millones, poseen el mismo valor.
En cambio, un NFT jamás será idéntico a otro. Podrán contener la misma información, pero ya el hecho de la temporalidad de su creación, fácilmente verificable, los distingue. Esta particularidad, los ha empujado a encontrarse sumamente relacionados con los objetos coleccionables. Desde allí es algo más simple comprender el valor que se les da, el cual proviene de su unicidad, rareza o escasez.
De todos modos, un token tan versátil y con características tan interesantes, puede servir para propósitos diversos, más allá de las imágenes coleccionables. Veamos a que características me refiero.
Este derivado de los contratos inteligentes, posee dos características principales
Tantas veces mencionamos la palabra token, pero hoy te ofreceré una definición. Se trata de un objeto, tanto físico como digital, que adquiere un valor determinado a los ojos de una comunidad y dentro de su contexto, más allá de que el objeto en sí, tenga o no valor. Entonces, un token no es más que una representación, digital en el caso de los NFT, de un elemento que valoramos.
De manera simple, podemos pensar que si un NFT puede contener cualquier información, este podría representa la titularidad de un inmueble, conteniendo una copia digital certificada de su escritura o una obra de arte, ya sea física o digital.
Bien, ahora enfoquémoos en la segunda característica. La etimología de la palabra fungible, nos lleva al griego “fungi” que significa, en nuestro idioma, gastar. El ejemplo clásico es el dinero. Sin embargo, no es esta lo que define a la «no fungibilidad» de los NFT. Cuando un bien fungible se consume, puede ser reemplazado por otro de idéntica calidad y es aquí donde los bienes no fungibles se diferencian.
Imaginemos dos tipos de bienes no fungibles, la “Mona Lisa” y un NFT. ¿Es posible reemplazar la Mona Lisa, por otra de idéntica calidad? Claro que no. Ahora, ¿sucede lo mismo con un NFT, digamos un “Bored Ape”? Por supuesto. Cada “`Ape”, de aquella famosa colección, posee características que lo vuelven único e irremplazable.
Habiendo conocido con cierta profundidad su definición y características principales, nos toca conocer que roles han cumplido los NFT en este ecosistema que a diario nos convoca y nos sorprende.
Me limitaré, por cuestiones de lógica temporal, a esbozar algunas de las funciones más importantes de estos tokens, que se encuentran a la espera de revolucionar nuestras vidas. Empecemos de una vez.
Hasta el día de hoy, este es el mayor uso que se le ha dado a los NFT. Sirviéndose de su facilidad para representar bienes únicos, escasos o irrepetibles, la creación de coleccionables, va de la mano de los NFT. Contamos con sobrados ejemplos de ventas millonarias de NFT, todas relacionadas con el mundo del arte digital.
El año 2021, fue el momento de mayor proliferación de proyectos de este tipo. Si bien, los precios alcanzados por ciertos NFT fueron superlativos, este año, que ya empieza a encarrilarse hacia su fin, no has dejado una impresión diferente.
Muchas promesas de funcionalidad, han quedado a un costado y los sorprendentes volúmenes, que este nicho del ecosistema generaba, se han reducido en grandes cantidades. Evidentemente, los NFT deben encontrar estas formas de continuar teniendo valor en el tiempo, que muchas veces catalogamos como utilidad. Por otro lado, quizás la receta esté en volver a la unicidad que se ve atacada por la gran cantidad de colecciones que son simples copias de ediciones anteriores.
Sin ningún tipo de dudas, la segunda función en cuanto a importancia que los NFT han cumplido. Dentro de los juegos de blockchain (CUANDO ESTÉ PUBLICADO, PODEMOS LINKEAR EL ARTÍCULO DE LOS JUEGOS BLOCKCHAIN), cada elemento que observamos en ellos, se encuentra creado como un NFT.
Ahora, cuáles son las ventajas que esta representación supone:
Gracias a los NFT, combinados con los juegos basados sobre tecnología blockchain, ha nacido el concepto de “Play to Earn”. Por medio de este concepto, los jugadores pueden ganar dinero mientras se divierten. Más allá de lo revolucionario que esta propuesta pueda llegar a sonar, aún no se han logrado soluciones desde el lado de los «tokenomics», que permitan sostener en el tiempo las recompensas de estos juegos.
Siguiendo la línea de los juegos blockchain, los Metaversos, quienes existen previamente a la irrupción de la tecnología blockchain, se vieron revolucionados por las posibilidades que los NFT les presentaron.
Nuevamente, replicando el mismo concepto, todo lo que vemos en estos entornos virtuales, que reflejan nuestro mundo cotidiano sin los límites de la física, es un NFT. Esto nos lleva a que, una vez más, sean los usuarios los dueños de estos Metaversos.
En ellos podemos llevar adelante transacciones comerciales, contratos de cualquier tipo y cada actividad será almacenada como un NFT. De este modo, la tecnología blockchain le ha dado a los Metaversos un pequeño empujón más, en pos de tornarse más similares aún, a nuestro mundo habitual.
Aquí es donde nos introducimos en funcionalidades de los NFT, que quizás están algo menos exploradas que las tres primeras mencionadas. Como ya todos sabemos, cualquier información que pueda digitalizarse, es factible de ser almacenada en un NFT. Desde esta mínima frase, las posibilidades se potencian hacia el infinito.
Existen redes, exclusivamente dedicadas a este tipo de servicios. En ellas, los creadores de contenido pueden guardar el fruto de su trabajo de modo:
Con este tipo de soluciones, se vuelve mucho más simple proteger el contenido que soltamos en la web. Escritores, diseñadores y una gran cantidad de profesionales, pueden registrar la titularidad de sus trabajos, de modo simple, veloz y económico, mientras se benefician de las características propias de una blockchain.
Evidentemente, este servicio podría extenderse a cualquier tipo de ámbito. El ejemplo más claro y que mucho puede impactar en el objetivo de contar con una mejor organización en nuestra sociedad, es la creación de registros de propiedad sobre una blockchain. No solo eliminaríamos todo tipo de disputa, gracias a la adición de transparencia, si no que facilitaríamos la consulta o consumo de información.
En este sentido, la identidad de las personas, también podría verse almacenada gracias a un NFT, lo que aumentaría la portabilidad de nuestra documentación e influiría en una presentación más sencilla.
Hemos aprendido que es posible almacenar cualquier documento dentro de un NFT, entonces ¿por qué no podríamos hacer lo propio con un archivo de audio? Sin lugar a dudas, la implementación de este tipo de soluciones, pueden llegar a revolucionar el mundo de la música. ¿Crees que esta aseveración es algo exagerada? La sustentaré con un ejemplo.
Supongamos que existe una plataforma descentralizada, en la cual los músicos pueden cargar sus temas musicales e incluso sus discos. Cada tema, registrado como un NFT podrá ser utilizado por quien lo desee a cambio de un pago automático, programado dentro del contrato que almacena el tema musical.
Puede sonar algo simple, pero posee la potencialidad de:
La industria de la música y los NFT, se encuentran listos para crear soluciones juntos.
En los días que corren, no existe persona alguna, que en cierto momento de su existencia, no deba someterse a una cadena de suministros. El camino que recorre un artículo, desde su fabricación hasta su entrega al consumidor final, es el objeto de estas cadenas.
Evidentemente, todos conocemos sus mayores problemas, que podemos resumir en:
Tras todo lo aprendido, sabemos que los NFT pueden participar de las cadenas de suministros para brindarles:
En este sentido podríamos contar con un NFT que represente los datos del producto, al momento de su envasado para evitar falsificaciones. En segundo lugar, sería posible cargar nuevos NFT relacionados con el primigenio, que contuvieran su documentación. Cada vez que el producto cambia de manos, lo veríamos reflejado en la titularidad del mismo y de esta manera, siempre existiría un control sobre su ubicación.
Una vez más, los NFT, encuentran en un nuevo sector por mejorar, un gran desafío.
Cuando nos encontramos en un entorno en el cual, los precios no acompañan el sentimiento y los esfuerzos de aquellos encargados de desarrollar en el ecosistema, se complica la tarea de tener perspectivas positivas sobre el futuro.
De todos modos, cuando observamos un artículo de este estilo y logramos tomar en cuenta, las funciones que los NFT pueden llegar a cumplir y como contribuirían a mejorar nuestro día a día, automatizándolo y simplificándolo, caemos en la cuenta de que se trata de una tecnología sumamente interesante.
Volviendo a situarnos en nuestro contexto actual de “Bear Market”, quienes estamos del otro lado de la construcción de las plataformas y herramientas del mundo cripto, por momentos no contamos con la película completa. Tal como sucedió, el pasado año durante el verano de los NFT, cuando llegue el próximo Bull Run es probable que estos token no fungibles, vuelvan a sorprendernos por completo con funcionalidades o usos que jamás habíamos imaginado.