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ToggleDetrás de toda gran creación de la humanidad, existe una mente que, rodeada de los estímulos y el entorno correcto, encuentra la manera de materializar sus ideas. La historia de Do Kwon, transita por este sendero.
Apasionado por la descentralización y en cómo esta puede impactar de forma positiva en el día a día de sus usuarios, este joven sin miedo a trabajar largas horas resignando el descanso, se encuentra entre las personas más renombradas en el “cripto-ambiente”.
En el artículo de hoy, repaso la vida de quién estuvo detrás de la creación de la blockchain de Terra y recorro el camino que lo ha llevado a ocupar un lugar central en nuestro ecosistema.
Do Kwon es conocido, en el “cripto-mundo” por ser el co-creador de la blockchain de Terra, que hoy en día se encuentra como la segunda blockchain, capaz de soportar contratos inteligentes, en cuanto a valor depositado en ella hablamos, solo detrás de Ethereum.
Si bien, este es el “producto” que lo ha llevado, en el año 2021, a ser destacado por la revista Forbes como uno de los 30 emprendedores menores de 30 años más influyentes del mundo, esta blockchain no ha sido su único éxito.
Quienes forman su círculo íntimo lo definen como una persona ambiciosa, sin inconvenientes en abocarse a trabajar largas horas para alcanzar sus objetivos. Últimamente, Do, ha causado ruido en “crypto-Twitter” al realizar declaraciones quizás arriesgadas y, por momentos, algo peyorativas sobre usuarios de esta red que continuamente lo azotan con preguntas y lo cuestionan con cierto ánimo ofensivo.
Pero, ahora pasemos a conocer algunos detalles de este joven, previo a dar a conocer su mayor creación, hasta la fecha, al mundo.
Do Kwon nació el 6 de septiembre de 1991 en Corea del Sur y desde niño se mostró como un destacado estudiante. Tanto su méritos, como los recursos o posibilidades familiares, lo catapultaron sin escalas a la prestigiosa Universidad de Stanford.
Allí, obtuvo su título en Ciencias de la Computación, donde además de codearse con futuros líderes mundiales, adquirió grandes conocimientos sobre lenguajes de programación como C++, Java y Python.
Su primer trabajo, tras su graduación, fue en el gigante de la industria informática Microsoft. Pero para un joven inquieto y ambicioso, este trabajo corporativo resultó una jaula que limitaba de manera extrema sus necesidades de crear y sobre todo, de buscar soluciones innovadoras.
Completamente decepcionado con su experiencia en Microsoft, Do decidió trabajar en algo que tuviera sentido para él.
El resultado fue Anyfi, una Startup con un objetivo sumamente ambicioso, “conectar al mundo gratis”. Para Kwon y por ende para Anyfi, esto se materializaba en brindar a cualquier persona del mundo acceso a Internet y a las redes de telecomunicaciones de forma gratuita.
La idea era por medio de una red, que actuara como interconexión, utilizar el poder de la multitud para ofrecer un servicio “peer-to-peer”, la misma idea de Satoshi.
El resultado fue, que cualquier usuario al descargar e instalar el software de Anyfi, podía re-transmitir el ancho de su propia banda a quienes no tenían acceso, haciendo la veces de nuevo nodo dentro de la red. Por ejemplo, estando dentro del radio de acción de una red wifi, teniendo instalado Anyfi, su teléfono podría ampliar el alcance de esta señal, desbloqueando el acceso para los que estuvieran fuera del radio de acción. Anyfi, en términos cripto, se trataba de crear una internet descentralizada.
Una idea tan novedosa para los años que corrían, 2016, atrajo un gran interés, no solo de diferentes inversores, si no de grandes compañías que deseaban implementar para sí mismas esta solución.
Es indudable, que Anyfi podría haber sido “el éxito” de Do, pero al verlo en perspectiva, podemos concluir en que solo fue el comienzo y la idea que lo eyectó a su gran creación.
Mientras intentaba construir el mejor servicio de red del mundo, Kwon empezó a aprender sobre blockchain. En definitiva, muchos de los conceptos que aplicaba a través de su startup estaban relacionados con la incipiente industria de las criptomonedas. Mientras investigaba sobre temas como la «descentralización» y las «redes entre pares», Do fue “succionado” por esta impresionante tecnología y sus infinitas posibilidades.
Tras este acercamiento con la tecnología blockchain y sus piedras fundacionales (lograr redes que operen de manera descentralizada con estándares que permitan las transacciones entre personas sin la necesidad de un tercero) Do decidió dar un cambio de rumbo a su vida profesional.
En el año 2017, junto a su amigo de la universidad, Nicholas Platias, decidieron emprender una vida frugal, viviendo en distintos “Airbnbs” de Seúl mientras investigaban a fondo el ambiente cripto. En esa época, se centraron en estudiar las características principales de las diferentes blockchains existentes, mientras analizaban los resultados e impactos de la ICO’s.
Tras aprender lo necesario, comenzaron a escribir un “whitepaper” para el protocolo que pensaban construir. En principio, su idea era crear un protocolo que se enfocara en lo que ellos consideraban el “producto” olvidado en cripto: las stablecoins. Pero, una persona estaba destinada a aparecer en sus vidas y revolucionar el futuro, no solo de estos dos jóvenes entusiastas, si no también del ecosistema blockchain.
Con diez años más de vida que Do, Daniel era ya un empresario sumamente exitoso y conocido en Corea del Sur. Daniel había creado y posteriormente vendido una compañía llamada TMON.
Se trata de una de las primeras plataformas de “e-commerce” en Corea del Sur y quizás la más exitosa.
Tras haber logrado generar ganancias de $288 millones anuales, Shin decidió vender TMON a la empresa estadounidense LivingSocial. ¿La cifra? Se dice que unos 260 millones de dólares.
Desde ese momento, Shin se dedicó a asesorar y también a invertir en nuevas empresas que buscaban hacerse un camino en el complejo mundo corporativo.
Fue en este camino, donde Do y Shin se encontraron. La idea de Do de crear un protocolo montado sobre una blockchain para, mediante la creación de la “mejor moneda estable jamás creada”, potenciar la adopción cripto en el mundo, se combinó con el problema más grande que Shin observó en su experiencia en TOMN, los sistemas de pago.
De aquí en más, ambos combinaron sus conocimientos y esfuerzos en un único proyecto, Terra Form Labs. Esta compañía, de la cual Do es el CEO desde el primer día, se dedicó a crear diferentes productos, cuyos objetivos son unificados bajo el lema de “potenciar la adopción cripto mediante “stablecoins” y casos de uso diario”.
La reputación de Shin, como hombre de negocios, más la fuerza creadora y el “background” de conocimientos de Do, atrajeron a una gran cantidad de inversionistas de renombre mundial que decidieron invertir en este pujante proyecto.
Según palabras de Do, Daniel fue la persona que lo ayudó a dejar la abstracción y poder volcar sus ideas en el mundo real, de manera aplicada a casos de uso cotidianos.
Sin lugar a dudas, la blockchain de Terra, con su famosa «stablecoin» UST y su moneda nativa LUNA, son la creación más ruidosa y conocida de Do y Terra Form Labs.
Sin embargo, una aplicación como CHAI, sumamente importante en Corea del Sur, es también creación de TFL. Aunque, aquí, el encargado de llevarla adelante es Daniel.
Tanto CHAI como Terra, se enfocan en por medio del uso de monedas estables algorítmicas y descentralizadas, dar soluciones de pago montadas sobre redes de blockchain.
Sin embargo, la blockchain de Terra, más allá de enfocarse en este punto, con aplicaciones como Alice, Kado o Astral Money, también ha desarrollado un pujante ecosistema DeFi que la ha llevado a encontrarse solo detrás de Ethereum en cuanto a valor depositado. Hoy, los NFT con diferentes utilidades y destinos, florecen en esta blockchain. Probablemente, la realidad actual de la red aún no logró alcanzar los planes contenidos en las mentes de estos emprendedores.
Resulta, quizás complejo hoy en día, visualizar el futuro de Do sin una estrecha relación al ecosistema de Terra. Tomando el ejemplo de Vitalik, si bien ha logrado desprenderse de una completa dependencia del futuro de Ethereum con su persona, la conexión intrínseca entre obra y creador es difícil de hacer a un lado.
De todas maneras, como ferviente defensor de la descentralización, Do se encuentra comprometido a implementar esta visión y sistema de organización para la blockchain de Terra. Sus métodos, para lograr este fin, son por demás cautelosos, pero percibimos un progresivo avance en este sentido.
La idea definitiva es que Terra Form Labs, finalmente desligue su responsabilidad (hoy sumamente importante) desde una relación cuasi-paternal con Terra, de manera completa.
En este sentido, Luna Foundation Guard es el primer paso. Se trata de una fundación sin fines de lucro, encargada del crecimiento y protección de Terra como ecosistema. Para alcanzar estos fines, TFL le ha donado, y continúa haciendo, gran cantidad de LUNA, que no solamente significan dinero, si no también poder de voto sobre el futuro de la red.
Quizás, a través de LFG, Do cumpla uno de sus objetivos más ambiciosos, que una DAO, gestionada por los tenedores de LUNA, se convierta en el más grande “holder” de bitcoin de la tierra. Cuando se trata de objetivos que este emprendedor se plantea, sabemos que las posibilidades de éxito crecen exponencialmente.
La historia de este joven, de apenas unos 30 años, que pocos días atrás ha recibido a su primera hija, por supuesto llamada Luna, es por demás inspiradora.
Do nos ha demostrado que, cuando se cuenta con un objetivo claro y se está preparado para trabajar duro y hacer lo imposible hasta verlo materializado, la vida se encargará de presentar las oportunidades correctas que de ser aprovechadas nos acercarán más a nuestros sueños.
Sin lugar a dudas, el camino de Terra recién está comenzando a ser transitado y al igual que a Do le restan enormes desafíos por superar, pero hay mucho de lo que aprender con su ejemplo.