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ToggleLos grandes bancos europeos se relamen esperando el lanzamiento del euro digital, la versión digital de la moneda europea que intentará posicionarse como competidor ante el avance de las criptomonedas.
La tecnología avanza y los gobiernos generalmente siguen ese avance desde atrás (desde muy atrás). Los procesos, las aprobaciones, la burocracia y la centralización hacen que sea imposible igualar el ritmo del crecimiento exponencial de internet.
Esto se ve reflejado en la propuesta de dinero digital que estará a cargo del Banco Central Europeo. Si bien no hay una versión oficial sobre el desarrollo, los rumores ya son de público conocimiento.
Según fuentes cercanas, las primeras pruebas del euro digital deberían estar sucediendo, pero van con retraso debido a que el Coronavirus ha obligado a cambiar el foco. Parece que durante este mes y el próximo empezaremos a ver los primeros testeos.
El euro digital es una moneda virtual emitida por el banco central, es decir una CBDC (Central Bank Digital Currency o Monedas Digitales de Banco Central).
Para explicarlo claro: un CBDC es un activo digital inspirado en una criptomoneda, pero a diferencia de las criptomonedas, un CBDC es emitido por el Banco Central y está sujeto a las leyes correspondientes.
Podemos definirlo como una representación digital de la moneda de un país. Como otras criptomonedas, también puede basarse en la tecnología blockchain, aunque no es necesario recurrir al sistema.
El Banco de Francia lo explicaba así en un informe de Julio de 2020:
«Una CBDC es emitida e intercambiada al mismo nivel con otro tipo de dinero del banco central (billetes y reservas). Sería creada y destruida únicamente por el banco central y, al igual que el papel moneda y que el dinero electrónico, sus poseedores podrían utilizarla las 24 horas del día, los siete días de la semana”.
La Asociación Bancaria Italiana (ABI) se ha expresado afirmando que los objetivos detrás de la creación del Euro Digital son los de alcanzar una gran facilidad de uso, que pueda garantizar “la plena interoperabilidad entre el mundo digital y el analógico”. Además de otros 3 objetivos a nivel macroeconómico:
– Incentivar la transmisión de valor entre pares.
– Habilitar la liquidación de transacciones entre pares transfronterizas, bajando el riesgo de contraparte, las tasas de interés y las tasas de cambio.
– Fomentar la ejecución de intercambios, ante la ocurrencia de condiciones predefinidas, disminuyendo los procesos administrativos.
Objetivos similares a los que se propone el Banco Central de China con el lanzamiento de renminbi electrónico, un competidor directo del euro digital en la lucha por conquistar los mercados.
Otro hecho que necesitamos destacar, es que al estar desarrollado sobre la tecnología blockchain, el euro digital contará con ciertos beneficios dados por su inmutabilidad intrínseca y que podrían acercarlo a la experiencia de comprar criptomonedas:
– Seguridad: al almacenar datos de transacciones simultáneamente en una gran cantidad de computadoras, blockchain haría que el sistema fuera más resistente a la piratería.
– Resistencia a la manipulación: el hecho de que los datos se almacenen en varios equipos garantiza que sea imposible manipularlos posteriormente.
– Automatización y programabilidad del dinero: los contratos inteligentes y los pagos de igual a igual serían mucho más accesibles cuando se procesan en euros y no en criptoactivos no regulados. Eso, a su vez, permitiría que los dispositivos de Internet de las cosas (IoT) ofrecieran servicios de pago por uso. En el contexto de la economía de las máquinas, esto significa que los dispositivos podrían transferir el dinero directamente de una billetera a otra de forma autónoma.
– Ganancias de eficiencia: este sistema aportaría ganancias significativas en eficiencia al simplificar el sistema de pago. Incluso entre diferentes áreas monetarias, un sistema de cadena de bloques permitiría la liquidación inmediata a costos de transacción muy bajos.
La respuesta a esta pregunta aún no es del todo clara pero lo cierto en la emisión del euro digital por parte del Banco Central Europeo podría asegurar que el público general pudiera usar dinero del banco central, incluso, si cayera el uso de efectivo físico; aunque la entidad europea insiste en que «el efectivo es todavía un medio de pago popular en la zona del euro».
No obstante, el BCE considera que «perspectivas de iniciativas de la banca central, sin embargo, no deberían ni desalentar, ni desplazar soluciones privadas generadas por el mercado para los pagos minoristas rápidos y eficientes en la zona del euro».
En nuestro país, cinco entidades serán las encargadas de iniciar la fase de pruebas de esta divisa: Santander, BBVA, Sabadell, Bankia y CaixaBank.
Todo estará encabezado por Iberpay quién será la encargada de centralizar el proyecto. Dicha compañía, ya ha puesto en marcha otros exitosos proyectos como Bizum.
Iberpay tendrá la propiedad de los fondos y será quién se encargue de emitir los tokens a las entidades bancarias, quienes los repartirían a sus clientes.
Según el BC, por cada euro digital emitido, desaparecerá un euro físico y esto hará que el valor de ambas monedas sea siempre el mismo. Es decir, no habrá diferencias entre el valor de uno o del otro.