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ToggleA medida que el Merge se volvía algo concreto, la minería de criptomonedas sentía que el juego cambiaba por completo. Más aún cuando este esperado evento fue un éxito. Sin embargo, los mineros pueden sostener su rol aprendiendo sobre la criptomoneda Chia, aunque con ciertas particularidades.
La más significativa es el hardware necesario para minar. Si alguna vez te has interesado por la minería, habrás visto que para poder hacerlo bien necesitas un buen intel core, memoria ram, tarjeta gráfica y sobre todo mucho consumo de energía. Lo que hace que sea caro y tenga una barrera de entrada alta. Pero para farmear Chia, no se necesita tanta inversión, como veremos a continuación.
Ahora, veamos de que se trata la minería de Chia, y conozcamos cómo este proyecto ha logrado implementar un sistema de minería que resuelve varias deficiencias del tradicional método de Proof of Work.
Previo a conocer el proceso de minado de Chia, considero importante saber qué es lo que vamos a estar minando. Por lo tanto, respondamos esta pregunta. Se trata de una blockchain, que pretende respetar las determinaciones del famoso “Acuerdo de París” y resolver las discusiones medioambientales generadas en torno a la minería de criptomonedas. Desde su lanzamiento, la atención mundial se centró sobre este proyecto por haber sido fundado por Bram Cohen, el creador de BitTorrent.
Lo que nos lleva a escribir sobre Chia, en este artículo, más allá de su criptomoneda nativa XCH, es su particular método de minado. De hecho, su particularidad es tal que fue bautizado como “cultivo” en lugar de “minería”. Con el objetivo de minimizar el consumo de energía mientras se generan nuevos bloques en la red, Bram ha ideado el consenso de “Proof Of Space and Time”, o “Prueba de Espacio y Tiempo” en castellano, que viene a reemplazar al costoso “Proof of Work”.
Previo a zambullirnos en la tarea de “cultivo” de Chia, conozcamos de que se trata este mecanismo de consenso exclusivo de esta blockchain.
En el ecosistema blockchain, cuando hablamos de consenso, solemos referirnos a:
Ahora debemos, sumar uno nuevo, el consenso de “Proof of Space and Time”. Nacido de la mano de la blockchain de Chia, deja atrás el uso de potentes placas de video y mineros específicos, como los ASIC, para pasar a un modelo que utiliza discos duros.
Aquí los “mineros” pasan a llamarse “agricultores” y utilizan sus discos duros, tanto HDD, como los SSD de estado sólido para participar del consenso. Los agricultores, escriben, lo que se conoce como, «parcelas» de 100 GB en sus discos duros. Estas parcelas, se encuentran repletas de hashes asignados de modo aleatorio. Recordemos que un hash es una extensa sucesión de caracteres, resultado de una función hash.
Al momento de añadirse un nuevo bloque a la red, el hash del bloque se compara con los hashes contenidos en cada parcela de la red. Quién posea el hash que más se asemeje al del bloque, será el encargado de “cultivarlo” y hacerse con las recompensas en XCH. Y es así que conocimos el factor “espacio” del consenso.
Con respecto al tiempo, se refiere al plazo que debe existir entre cada bloque. El objetivo de este tiempo lugar a que un hacker pueda reescribir los hashes y encontrar la solución y logre “cultivar” el próximo bloque.
Antes de meternos en todo lo que conlleva el farmeo de Chia, primero debemos conocer los requisitos necesarios.
Más allá de resultar obvio, aclaremos que necesitaremos un ordenador. Esta debe contar con Windows, MacOS o Linux como sistemas operativos. Lo que suele recomendarse, es que el disco duro de este ordenador, sea un SSD, ya que será mucho más eficiente y duradero.
Este disco duro, deberá contar con un espacio libre de al menos unos 250 GB o más en su ordenador con una unidad de estado sólido («SSD»). Por último, será necesario que el “agricultor”, descargue e instale el software oficial de Chia Blockchain.
Un detalle que ha vuelto a Chia sumamente especial es que, a diferencia de la minería de criptomonedas tradicional, no es necesario que el ordenador usado para “cultivar” Chia, se dedica exclusivamente a esta tarea. Tranquilamente podemos usar nuestra PC y XCH será “cultivada” en segundo plano.
Ingresando en https://www.chia.net, deberás clickear en la opción «Instalar Chia Blockchain», que corresponda a tu sistema operativo. Luego de ese click, serás redirgido a GitHub, a la siguiente dirección https://github.com/Chia-Network/chia-blockchain/wiki/INSTALL.
Una vez allí, dale click a»ChiaSetup» que dará comienzo a la instalación del software oficial de la red. Sigue las indicaciones en pantalla, y ¡listo! Has dado el primer paso.
Tras haber sorteado con éxito la instalación, ingresa en el programa y presiona la opción de “Crear una nueva llave privada”. Aquí, lo que sucederá es que se creará una dirección, para nosotros, en la blockchain de Chia. Una vez creada, te serán presentadas las palabras correspondientes a la frase semilla, que deberás anotar y guardar en un lugar seguro.
Resuelta la creación de tu “wallet” de Chia, el programa comenzará a sincronizar tu nodo de la red con la blockchain de Chia. Este proceso, tomará algunas horas. Imagina que estás descargando en tu nodo, la información completa de la red de Chia desde su nacimiento.
Finalizado este proceso, verás que el estado del nodo ha cambiado a “sincronizado”. Ahora es momento de crear las parcelas.
Como hemos aclarado desde un principio, la minería de Chia consta de dos partes:
Primero, creemos las parcelas. Clickeando sobre la opción “parcelas”, buscamos la opción “añadir una parcela”. Ahora, nos toparemos con las opciones que deberemos definir:
Habiendo creado la parcela, estamos listos para comenzar a “cultivar” XCH, sin realizar ninguna acción extra. Ya estamos dentro de un entorno de “agricultura” de Chia sumamente competitivo. Los “mineros”, o mejor dicho, los “agricultores” de Chia suelen aumentar de manera constante la capacidad de sus granjas, agregando nuevos lotes para aumentar sus posibilidades de “cultivar” XCH.
Cada granja contará con 4 posibilidades de ganar 608 unidades de XCH por día. La red cuenta con un algoritmo que garantiza que cada lote cuente con una probabilidad de 1/152 de pasar el primer filtro y competir con las agraciadas parcelas para finalmente minar un bloque.
Si bien el sistema es novedoso, ha sido fríamente calculado y sus ventajas son fácilmente observables, la realidad es que la minería de Chia no ha sido para nada rentable. La mayoría de los entusiastas “agricultores” han visto sus ganancias desvanecerse con la caída del precio del token e incluso, se han reportado grandes pérdidas en este sentido.
La discusión alrededor del futuro de la minería se ha mostrada álgida, sobre todo en los últimos meses. Cuando los fundamentalistas del consenso de “Proof of Work”, señalaban a Ethereum Classic o Bitcoin Cash como la gran beneficiada en el espacio. Quienes analizan las redes desde otro lado señalaban que de poco sirve un gran poder de hash si no existe actividad sobre la blockchain.
Este último, para ser el caso de Chia. Con un novedoso método de consenso que le permite una gran «perfomance» y una gran compatibilidad con el cuidado del medioambiente, no ha logrado la rentabilidad esperada.
Sin importar el nivel de innovación que una blockchain porte, sin el nivel adecuado de transacciones en ella realizadas, poco a poco será olvidada. Evidentemente, el mayor desafío de Chia hoy es ofrecer a potenciales usuarios un entorno atractivo en el cual operar a diario.
Gracias por información detallada